Con la sensación de ir dejándose puntos. Así ha vuelto a cerrar el Betis una nueva jornada de LaLiga en el Benito Villamarín, donde no gana en la competición doméstica desde el pasado mes de octubre de 2024. Los de Manuel Pellegrini recibieron este domingo a todo un Athletic Club, equipo metido de lleno en la pelea por la plazas de Champions League y por la Europa League. Aun así el Betis no se achicó y compitió cara a cara al equipo de Valverde como le hizo al Atlético de Madrid y al Barcelona. Sin embargo, a diferencia de esos dos encuentros, la sensación es distinta. Es la de dejarse puntos por el camino. En parte por las necesidades de sumar en Heliópolis, pero sobre todo por la fragilidad defensiva en dos momentos puntuales que ha tirado por tierra una actuación más que decente del cuadro verdiblanco.
Perraud, la gran sorpresa de la primera mirad
Los de Manuel Pellegrini salió más activo al partido en el que recibían a uno de los equipos en mejor estado de forma de la temporada, el Athletic de Ernesto Valverde. Eso sí, con bajas sensibles como la de Nico Williams de última horas. Además de varias rotaciones en el once que obligaron al txingurri a sacar un once menos reconocible. Aun así, el Betis salió con todo con el objetivo de erradicar la mala racha de partidos en casa. La estrella emergente de la cantera, Jesús Rodríguez, comenzó a animar el partido desde la banda izquierda, ahora desplazado por la llegada de Antony Santos, quien debutó en su primer encuentro con el club de las trece barras. Las chispa y el desparpajo del sevillano amargó durante los primeros compases del partido a un Gorosabel que se vio sobrepasado, e incluso se animó a probar a Unai Simón. No obstante, aprovechando el primer gol del Betis no llegaría por su banda. Aprovechando los metros que estaba conociendo el Athletic, el Betis explotó esa debilidad de la mano de Antony. El brasileño se animó a pegarle a portería tras un amago sobre Lekue y, tras no estar contundente el portero de la Selección Española, Unai Simón, Isco, como el más listo de la clase que es, metió el primer tanto del encuentro.
Los vascos, tras recibir el primer golpe, comenzaron a entrar en el encuentro y asediar los dominios del Betis tanto por fuera como por dentro. Berenguer e Iñaki Williams comenzaron a encontrar los espacios, aunque sin mucho éxito. Diego Llorente, como líder que se ha erigido en la defensa bética, nubló los contragolpes del Athletic. En concreto en una acción donde salió a relucir su buen hacer defendiendo con metros por delante. El Athletic siguió llegando y, en un saque de esquina, aprovecharon la falta de contundencia de la defensa verdiblanca y la fragilidad de un Adrián San Miguel bajo palo. Aitor Paredes se zafó de la marca de Altimira con suma facilidad y se adelantó al guardameta sevillano en el primer palo para empatar el encuentro. Con el empate de los bilbaínos, se igualaron las ocasiones y las llegadas de ambos equipos. Pero, a pocos segundos antes del descanso, tras una rocambolesca acción de rechace, el menos esperado y el más criticado, Romain Perraud, se sacó un zurriagazo con la pierna mala desde más de 30 metros para sorprender a un Unai Simón que, otra vez, no estuvo acertado entre palos.
Otra vez el balón parado
En el comienzo de la segunda mitad, Manuel Pellegrini optó por no mover mucho el árbol y darle continuidad al ‘control’ del partido que estaba teniendo tras el gol de Perraud sobre la bocina. Pese a que el Athletic llegó en varias ocasiones, la defensa compuesta por Natan y Diego Llorente fue capaz de frenar, sin problemas, la mayoría de llegadas del equipo de Valverde. No tuvo un excesivo trabajo Adrián San Miguel durante los segundos cuarenta y cinco minutos. De hecho, fue el txingurri el primero en mover ficha desde el banquillo dando entrada a Beñat Prado en el centro del campo para intentar controlar un poco más el encuentro. No fue hasta la hora de partido cuando el Athletic Club fue capaz de arrebatarle dos puntos al Betis de su casa. Otra vez a balón parado, el talón de aquiles del conjunto verdiblanco, Berenguer fue capaz de explotar la fragilidad bética con un centro medido a la cabeza de Ohian Sancet. Sin generar un excesivo dominio, el Athletic le quitó dos puntos al Betis en un partido donde no sufrió defensivamente. Pellegrini lo intentó en la segunda mitad, dio entrada a Abde y Lo Celso, que aportaron poco o nada al equipo verdiblanco, y también hizo debutar a Pablo García en su templo, el Benito Villamarín. Aunque el joven canterano no tuvo grandes ocasiones para generar peligro. Una notable versión del Betis, pero que sabe a poco en la apretada batalla por Europa. Los verdiblancos suman, pero siguen sin saber lo que es ganar en Heliópolis.