Los verdiblancos barrieron al Dinamo Zagreb débil defensivamente en cuestión de diez minutos
Un cambio radical de competitividad europea casi dos años después en el estadio Maksimir
El Real Betis regresó a Zagreb casi dos años después… pero nada ha tenido que ver con la última expedición verdiblanca. Seguramente, muchos de los aficionados béticos, allá por el mes de septiembre, sintieron algún escalofrío o un frustrante flashback de la última visita a la capital balcánica. Aquel Betis ya era competitivo, pero no terminaba de creérselo en competición europea. Aunque para muchos el punto de inflexión del cuadro verdiblanco en Europa fue el pasado año en Guimaraes, el kilómetro 0 de esta versión competitiva del Betis es en Zagreb. Fue un antes y un después dentro del club. Como un capítulo que no se debería volver a repetir bajo ninguna circunstancia. Y vaya si ha cambiado la película en menos de dos años.
Con un puño de hierro y una clara aspiración a hacer algo grande en la Europa League llegó el Betis al estadio Maksimir. De poner los suplentes sobre el verde o experimentar (con casos como el de Marc Roca de central), a colocar toda la carne en el asador. El día jueves (como diría Pellegrini) ha pasado de ser la fecha de rotación, al momento de reivindicación. Una oportunidad para ganarse el visto bueno del chileno. Con las bajas de Isco y Amrabat, el entrenador verdiblanco apostó en Croacia por darle, por primera vez, la confianza a Rodrigo Riquelme de jugar en la mediapunta. La posición en la que seguramente más ha brillado en la élite, cuando militaba en el Girona. El madrileño es claro reflejo del cambio competitivo que ha tenido este Betis. De asentarse en su rol y asumir la suplencia, a buscar demostrar que tiene el nivel para jugar en uno de los Betis más competitivos de la historia.
La primera parte en el Maksimir tuvo dos fases principalmente. La primera fue en la que el Betis decidió esperar a ver a qué jugaba su rival. Un Dinamo Zagreb que llegaba al encuentro europeo con la necesidad de sumar en su casa para intentar estar entre los 24 primeros y seguir vivos en la competición. Tras unos diez minutos en donde los croatas apenas se acercaron a los dominios de Álvaro Valles, el Betis optó por llevar la iniciativa del encuentro. He aquí la segunda fase del primer ecuador del encuentro. Tras el centro frustrado de Antony en el 12’ que no cazó Bakambu, los de Pellegrini optaron por meter una marcha más con una de las versiones más ofensivas que se han visto del Betis en lo que va de temporada. Desde intentos de disparo desde fuera del área, tuvo dos claras Altimira y una Abde, a buscar la profundidad como suele hacer habitualmente el cuadro verdiblanco a mediación del marroquí y Antony. Finalmente, el primero de los tantos llegó por una gran jugada que se inventó Rodrigo Riquelme.
El ex del Atlético de Madrid dribló hasta alcanzar la línea de fondo y puso un envenenado centro que acabó propiciando el error de Sergi Domínguez, central español del Dinamo. Una primera gran acción que, aunque no estará en las estadísticas a final de la temporada, lleva todo el sello de un ascendente Riquelme. Poco después, apenas tres minutos más tarde, repitieron los de Pellegrini para imponer su ley en el encuentro. Gran pase de Abde hacia a Bakambu que dejó un balón brillante de primeras para Roro sólo delante del guardameta del Dinamo. Una asistencia, la del congoleño, que fue el 80% del gol. Riquelme no falló e hizo el segundo. Y es que no tardó en llegar el tercero. En el 37’. Tres goles en menos de diez minutos. Ángel puso un balón en profundidad hacia Antony peligroso… pero acabó regalando la defensa del Dinamo. McKenna, excentral de Las Palmas, realizó una cesión paupérrima a un Filipovic que salió del área de forma totalmente absurda o, al menos, descoordinada respecto al central escocés. ¿Resultado? Un regalo a Antony que no iba a fallar sin portero. 12 aportaciones de gol en 16 partidos. 8 goles y 4 asistencias. Números de élite para un jugador cada día más brillante. Está a dos de igualar sus cifras del pasado curso con la elástica verdiblanca…. solo que en 10 partidos menos. El Betis siguió insistiendo, pero, evidentemente, bajando una marcha frente a un equipo que demostró ser muy inferior respecto a los de Pellegrini.
En la segunda mitad el Real Betis apretó a los croatas, pero con la misma inteligencia con la que terminó la primera parte. Asumir los mínimos riesgos posibles y forzando a un Dinamo Zagreb a cometer errores para buscar un empate a la desesperada. Evidentemente, la competitividad que ha generado Pellegrini ayuda a que en este tipo de momentos, en lugar de pasarla al de al lado cuando tienes vía libre, quieras hacer sangre. Abde, de hecho, estuvo cerca de firmar su tanto en la segunda parte, pero una acción defensiva rocambolesca acabó desviando el disparo al larguero de Filipovic. A partir del 65’ Pellegrini se permitió el lujo, tras hacer los deberes con nota, de comenzar a mirar Vallecas. Metió a Lo Celso para que empezara a recuperar el punto competitivo tras su lesión y dio entrada a los menos habituales para repartir minutos, como Pablo García o Chimy Ávila. En los últimos minutos del encuentro, el Dinamo Zagreb trató de, por lo menos, maquillar el resultado en la medida de lo posible. Los balcánicos llegaron a tener un mano a mano claro contra Valles, pero el de La Rinconada sacó un gran pie. Sin embargo, la única pequeña mancha del partido llegó a balón parado con el gol de Galesic que impidió que el Betis obtuviese la portería a cero.
El Betis selló un partido perfecto en Europa. Serio y contundente cuando tocaba, dándole la importancia que merece la competición continental con titulares de la talla de Antony, Natan, Abde o Valentín. Asimismo, goleas a un inferior para desquitarte de la mala imagen ante el Barcelona y empiezas a meter en dinámica a jugadores como Riquelme, Altimira, Llorente e incluso Lo Celso. Es complicado firmar mejor una expedición como la de Zagreb, como si el chileno se hubiese quitado a la perfección una espina clavada del pasado. Con 14 puntos en el zurrón, los mismos que necesitó el Rangers el pasado año para terminar 8º en la fase de liga, el Betis tiene casi hecho el pase directo a los octavos de final de la Europa League y manda así un mensaje al resto de Europa. Éste Betis es candidato a estar en Estambul en mayo.
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