El último partido de Jesús Navas no podía terminar de otra forma. El Sevilla FC, pese a que tuvo que sacar un equipo de circunstancias entre lesiones y sanciones, sacó adelante el último del año en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un año que no entrará en ningún libro de historia por los números, pero que siempre quedará en la memoria de los aficionados sevillistas como aquel que dijo adiós su mayor leyenda. Ese que levantó de sus asientos a varias generaciones de aficionados. Y como si de un cuento se tratase, en un día donde los canteranos habituales no pudieron estar en el césped por la sanción de la RFEF, iba a ser un canterano el que dejaba los tres puntos en Nervión.
La primera parte fue de mucha emoción y poco fútbol. Jesús Navas fue el gran protagonista de la previa, con un tifo que rezaba «Orgullo de Nervión». Más que merecido. El Sevilla FC jugó con fuego al sacar una alineación de circunstancia, con un Iheanacho que demostró que con ese físico no puede jugar en la élite. Las ocasiones más claras corrieron a cuenta del Celta de Vigo, que estrelló dos balones en la madera, ambos con la firma de Pablo Durán. El delantero del Celta cabeceó al palo un gran envío desde la esquina pasado el primer cuarto de hora y poco después se volvió a topar con el poste en una acción donde buscó sorprender a Álvaro Fernández. No fue hasta el 35′ cuando el conjunto nervionense tuvo su primera llegada clara, con un remate de Saúl que sacó a la perfección Guaita. La última de la primera parte la tuvo el Celta, con un remate de Williot que se marchó a las nubes cuando se encontraba en una posición favorable para poner en ventaja a su equipo.
La segunda parte, sin embargo, tuvo otro color. García Pascual debutó en LaLiga en detrimento de un Iheanacho que ni está ni se le espera. Sus ganas contagiaron a los suyos, que buscaron el gol. Manu Bueno estuvo cerca de hacer uno de los goles de la temporada en un disparo lejano, pero el balón salió por encima de la escuadra. También probó suerte Saúl a la salida de un saque de esquina, pero también acabó muy por encima del travesaño. Los sevillistas querían el gol y Manu Bueno encontró el premio. El mediocentro jerezano le pegó con el alma desde la frontal para, tras un leve toque en un defensor, poner el 1-0 en el luminoso. Tras el gol llegó el momento menos esperado: Navas salía del césped bajo el clamor del público y con lágrimas en los ojos. Su beso al césped quedará siempre para el recuerdo.
En lo futbolístico el Sevilla sufrió de lo lindo para mantener la renta, pero en un ejercicio de resistencia consiguió amarrar los tres puntos pese a que el Celta encontró el gol, aunque en posición adelantada. Jesús Navas no pudo tener un mejor final a su carrera como profesional en Nervión. Una victoria más y un reconocimiento a la altura de lo que es, la mayor leyenda de la historia del Sevilla FC.
FICHA TÉCNICA
Sevilla FC: Álvaro Fernández; Montiel (Darío, min. 86), Badé, Gudelj (Marcao, min. 91), Kike Salas; Agoumé, Manu Bueno (Lokonga, min. 71), Saúl; Jesús Navas (Idumbo, min. 71), Lukébakio e Iheanacho (García Pascual, min. 46).
RC Celta de Vigo: Guaita; Mingueza, Javi Rodríguez, Starfelt, Marcos Alonso, Hugo Álvarez (Bamba, min. 65); Fran Beltrán (Hugo Sotelo, min. 73), Ilaix Moriba; Iago Aspas, Williot (Ristic, min. 65) (Alfon, min. 79) y Pablo Durán (Borja Iglesias, min. 73).
Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Mostró cartulina amarilla a Agoumé, Saúl, Marcao, Badé y Darío, por parte sevillista, así como a Pablo Durán y Marcos Alonso, en los visitantes.
Gol: 1-0 Manu Bueno (min. 65).
Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. 37.297 espectadores.