Noche estrellada en La Cartuja. De Europa League. De vuelta. De mariposas en el estómago. De color, de nuevo, en la ciudad. El Real Betis volvía a recibir al viejo continente en un duelo que quedará para siempre en la historia. Por todo lo que le rodeaba al conjunto verdiblanco… y por el regreso del bicampeón de la Copa de Europa treinta años después: el Nottingham Forest.
Si buscas un empate…
Sin demasiadas rotaciones más allá de las obligadas por lesión -pareja de centrales y lateral diestro-, el Real Betis entró al ruedo con una peligrosa sensación de contentarse con el empate. Los de Pellegrini son menos Betis cuando evitan ser valientes y, por características de un once titular sin Diego Llorente ni Marc Bartra, se convierten en un flan defensivo. Desde que comenzó a rodar el cuero se veía. Y eso que al cuarto de hora se puso por delante mediante un gran gol de Bakambu a pase de Antony. Pero las sensaciones seguían siendo raras.
Y tan raras. Apenas 180 segundos después, Igor Jesus puso su primera firma a un doblete que completó en cinco minutos. A base de fallos defensivos -Natan sale en ambas fotos-… y calidad en la definición. 1-2. Y da gracias. Porque el Nottingham Forest arrasó por completo a un Betis tibio, adormilado e impotente. Si el balón no le llega a Lo Celso, si Abde no está acertado, si Antony no logra tener protagonismo… ya se sabe el resultado.
Aún así, con más suerte que merecimiento, el Betis se marchó al túnel de vestuarios con vida en el partido y un beso -más bien morreo- del Forest al palo que defendía Pau López.
Sin tiempo para arreglarlo todo
Aplastar a una Real Sociedad en tiempos de crisis en cuarenta y cinco minutos no le fue demasiado complicado a un Real Betis de matrícula, aunque en Europa League la cosa cambia. Pero con esa tarea salieron los de Pellegrini en la segunda mitad.
Los primeros minutos fueron una mezcla de calentamiento local y conformismo visitante -obvio-. El Betis creció, pero más debido al temor de los ingleses. Hasta el Forest esperaba más de los verdiblancos. El resultado fue un mayor control de los de Pellegrini. Pero sin demasiado peligro real. Los cambios le vinieron bien. Dio un paso. Pero no fue suficiente.
No. Porque en Europa, el paso de los minutos sin gol… se paga muy caro. El Nottingham respiró. Y tanto que lo hizo. Los ingleses consiguieron que se jugase a lo que ellos querían: a nada. Aunque tampoco necesitaron esforzarse demasiado. El partido nació ya plagado de interrupciones. Pero, al igual que Europa castiga a uno, también lo hacen con otros, los que no supieron aprovechar aquellos minutos de incertidumbre bética.
La entrada de Pablo Fornals le dio otro aire a un Betis que volvió a apretar. Un arreón final cargado de un aliento que provenía de las gradas de La Cartuja. La afición está metida en la Europa League. Un pase del castellonense habilitó a un Cucho que estuvo de diez mandándole un balón filtrado a Marc Roca. El ‘21’, lejos de desesperarse, mantuvo la calma dentro del área para acabar habilitando a Antony en el segundo palo. El ‘trianero’ de moda la mandó al fondo de la red. 2-2. Europa castiga a todos.
Con apenas minutos por delante, el Real Betis, lejos de contentarse, esta vez sí buscó el tercero. Pero las piernas no le daban para más. Aupado por Fornals y Marc Roca, los locales lo intentaron hasta el final, aunque esta vez no fue suficiente. Tres pitidos. Final. Empate. Porque Europa castiga. Exige. Aprieta. Pero no ahoga.
Real Betis: Pau López; Ángel Ortiz, Natan, Valentín Gómez, Junior (Ricardo) ; Amrabat, Altimira (Marc Roca); Antony, Lo Celso (Fornals), Ez Abde (Rodrigo Riquelme); Bakambu (Cucho).
Nottingham Forest: Sels; Williams, Milenkovic (Boly), Morato, Zinchenko; Sangaré (Yates); Gibbs-White, Douglas Luiz (Bakwa), Anderson, Hudson-Odoi (Kalimuendo); Igor Jesus (Ndoye).
Goles: 1-0 (Bakambu, 15’); 1-1 (Igor Jesus, 18’); 1-2 (Igor Jesus, 23’); 2-2 (Antony, 85’).
Árbitro: Sascha Stegemann.
Tarjetas: Gibbs-White (amarilla), Igor Jesus (amarilla), Natan (amarilla), Ricardo (amarilla), Cucho (amarilla).
Estadio: La Cartuja