Hay jugadores que están hechos para jugar en un determinado club. En un ecosistema concreto. Al amparo de una afición. Puede ser el resumen perfecto a lo que ocurre entre Giovani Lo Celso y el Real Betis Balompié. Porque el argentino, que cuajó en la 18/19 su mejor temporada como futbolista profesional, parece que nunca se ha ido del club. Sus primeros partidos son una bombona de oxígeno para un Real Betis con más defectos que virtudes, pero que tiene en Lo Celso a su jugador diferencial.
El rosarino acumula 5 goles en sus primeros 5 partidos como verdiblanco y ayer rescató a su equipo a falta de cinco minutos para evitar que dos nuevos puntos se fuesen del coliseo verdiblanco en una semana para olvidar. El conjunto de Manuel Pellegrini llegaba de perder ante el Mallorca con un gol en el 94′ y de empatar ante Las Palmas en un choque donde a pesar de las ocasiones no pudieron sacar el triunfo. En ambos, eso sí, los goles los puso Gio.
Porque Gio ha sabido identificar la situación. Ante la baja de larga duración de Isco, las salidas de Ayoze o Fekir y el bajo rendimiento de Fornals, el argentino hace de todos ellos. Junto a Abde es el principal clavo al que agarrarse, porque sin ellos el equipo verdiblanco no tendría los puntos que tiene actualmente. Ayer, en una acción que provocó el cabreo del técnico chileno, se pasó de compañerismo. Lo Celso cedió la pena máxima a Abde, que había provocado el penalti, y el marroquí falló su segundo penalti como verdiblanco.
Pese a todo ello, Lo Celso siempre quiere más. Una gran jugada, un toque sutil y un gol que vale tres puntos. Que sirve para respirar. Que da oxígeno a un Real Betis en una semana especial con estreno europeo y con el derbi a la vuelta de la esquina. Por poner en contexto, desde su salida del Real Betis -donde anotó 9 goles en Liga- el rosarino había anotado 6 goles ligueros con Tottenham y Villarreal. En cinco partidos ya tan solo está a uno de igualarlo. Y lo hará. Lo Celso y el Real Betis, una historia de amor que no entiende de fechas.