El Sevilla cae en San Sebastián con una versión muy pobre tanto en ataque como en defensa, pese a que la Real Sociedad no insistió demasiado en la portería de Vlachodimos
¿Quién dijo que la goleada del Sevilla ante el Barcelona le iba a servir de impulso para el resto de la primera vuelta? Probablemente, muchos de los aficionados nervionenses… y también miembros de la prensa de esta ciudad -entre los que me incluyo-, pero nada más lejos de la realidad. El parón de selecciones parece haber sido como una grieta espacio-temporal entre dos realidades de mundos diferentes.
La del ‘efecto Almeyda’ y la del que se evaporó. El Sevilla ha pasado de ganar encuentros por buenos planteamientos tácticos, como el día del Barcelona, o intensidad y practicidad, como las noches de Mendizorroza y Vallecas, a dejar de ser un equipo compacto, sólido y, sobre todo, menos eficaz en ambas áreas. El tiempo dirá qué grado de importancia que tienen en este Sevilla figuras como la de César Azpilicueta o Batista Mendy, pero la realidad es que el ‘efecto Almeyda’, en dos partidos que se presentaban en Nervión como ‘más sencillos’ para sumar de tres, se han escapado de forma absurda.
El Sevilla llegó a San Sebastián con la principal aspiración de seguir encadenando victorias fuera de casa y dejar el episodio del Mallorca como una mera anécdota. Sin Azpilicueta y Mendy, Almeyda tuvo que tirar de los siempre cuestionados Fabio Cardoso y Nemanja Gudelj para completar el once. El argentino volvió a renegar del sistema de tres centrales, pese a que le dio resultados en Montilivi, Vitoria y Vallecas, para continuar con el mismo esquema de los últimos dos encuentros. A pesar de la primera llegada fugaz del Sevilla, con la que se abrió el encuentro, el guión del partido, durante la primera mitad, recordó demasiado al del Mallorca.
Un equipo que ya no gana tantos duelos en el centro del campo, con más problemas en la salida de balón, que ya no es tan vertical buscando los espacios y, sobre todo, que no es tan práctico. Sin ir más lejos, Vlachodimos, que no había protagonizado ninguna ‘uy’ hasta ahora, tardó escasos segundos en casi regalar el primer gol del encuentro tras una presión de Oyarzabal.
La Real Sociedad, que llegaba al encuentro con el cartel de ser un equipo inferior, empezó a pisar el área del guardameta griego con asiduidad. Hasta que la polémica de las manos volvió a LaLiga española. Cordero Vega interpretó un acción punible en el área sevillista entre un lance de Cardoso y Yangel Herrera. Las protestas del luso quedaron en nada y el trencilla no quiso ni mirar la pantalla.
Oyarzabal, como viene siendo habitual desde los once metros, no falló y enseñó al portero heleno. El revés txuri-urdin despertó, ligeramente, al Sevilla que pocos minutos después, de jugada ensayada -uno de los talones de aquiles de este equipo- fue capaz de empatar el encuentro. Un buen pase de Suazo y la definición de un Nemanja Gudelj que sacó a relucir una de sus armas.
El disparo de larga distancia. El empate, que reiniciaba el encuentro y debería haberle dado calma e impulso al Sevilla, no duró mucho. Un fallo garrafal defensivo del Sevilla -propio de la área García Pimienta, Diego Alonso y predecesores- en un absurdo saque de banda de Carmona, le sirvió a la Real Sociedad para encontrarse el que seguramente vaya a ser su gol más sencillo de la temporada 2025-26. Los errores en cadena del visueño, Marcao y Agoumé dejaron al más hábil, Oyazarbal, sólo ante Vlachodimos. ¿Resultado? Gol.
En la segunda parte Matías Almeyda, que pecó ante el Mallorca de ser poco intervencionista y tardar en los cambios, movió rápido el banquillo… además por partida triple. Juanlu -que apenas participó, para variar-, Ejuke y Peque fueron los movimientos de ajedrez argentino.
Más ofensivo, más vertical y un poco más convincente, pero sin éxito. Peque se hartó de luchar balones en el centro del campo, fuera de posición, pero sufrió mucho por su físico ante una Real Sociedad que estuvo mucho más dominadora en ese aspecto, además de un Cordero Vega que dejó jugar, por momentos del partido, bastante. Y un Ejuke que volvió a demostrar que es un jugador más que válido para este Sevilla. Eléctrico y con capacidad de uno para uno. Ganó varios duelos y creó varios saques de esquina… pero no fue suficiente.
En la segunda mitad el Sevilla lo intentó más por insistencia y cantidad, que por convencimiento. Se esfumó la eficacia de la que se sacaba pecho en Nervión durante el parón. Faltaron ideas y creatividad arriba. La Real Sociedad no llegó mucho más, pero no le hizo falta. La mano -siempre polémica- y el regalo de la sociedad Carmona-Gudelj le sirvió a la Real para sumar de tres.
El proceso de Almeyda continúa. Se trata de una carrera de fondo y nadie duda de las capacidades del argentino Nervión. Ni en la planta noble ni a pie de calle. Pero el proceso empieza a costar puntos porque los ‘efectos’, y las buenas dinámicas, al igual que aparecen, se evaporan.
Ficha técnica
2 Real Sociedad: Álex Remiro; Aramburu, Zubeldia, Jon Martín, Sergio Gómez (Pablo Marín, 86′); Gorrotxategi, Brais Méndez (Turrientes, 68′), Yangel Herrera (Soler, 32′); Guedes (Aihen, 68′), Barrenetxea (Zakharyan, 68′); y Oyarzabal.
1 Sevilla FC: Vlachodimos; José Ángel, Cardoso (Juanlu, 52′), Marcao, Suazo; Gudelj, Agoumé (Ejuke, 52′), Sow (Alfon, 78′); Vargas, Alexis Sánchez (Peque, 52′) e Isaac (Akor Adams, 65′).
Goles: 1-0 (19’) Oyarzabal transforma un penalti por unas manos de Cardoso que Cordero Vega considera punibles. 1-1 (30’) Gudelj remata con la izquierda una falta ensayada y el balón entra tras tocar en Gorrotxategi. 2-1 (36’) Oyarzabal remata con la izquierda tras un regalo de José Ángel en un saque de banda.
Árbitro: Cordero Vega (cántabro). Amonestó a Oyarzabal (93′) por la Real Sociedad; y a Agoumé (33), Sow (49) y José Ángel (56) por el Sevilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 10ª jornada de LaLiga EA Sports disputado en Anoeta ante 30.965 espectadores.
Real Betis
Sevilla FC


















