- El equipo de Almeyda busca su tercer triunfo consecutivo ante un Mallorca necesitado que aún no sabe lo que es puntuar fuera de casa
El parón de selecciones llega a su fin y el fútbol vuelve a encender el Ramón Sánchez-Pizjuán. El Sevilla Fútbol Club recibe este mediodía a las 14:00 horas al Mallorca, un encuentro que puede parecer asequible sobre el papel, pero que encierra más peligro del que dicta la clasificación. Los de Matías Almeyda llegan lanzados tras su contundente victoria frente al Barcelona, un triunfo que ha reactivado la ilusión de la grada y devuelto la sonrisa al vestuario. Sin embargo, el técnico argentino no quiere excesos de confianza y el reto ahora es mantener la intensidad y seguir creciendo ante un rival herido. Para esta batalla, el ‘Pelado’ ha recuperado a todos sus internacionales y podría repetir el sistema de cinco defensas.
La seña de identidad del técnico argentino está empezando a notarse. Su fútbol eléctrico, agresivo y reconocible ha conectado con la grada y contagiado a un vestuario que necesitaba reencontrarse con su identidad. Ante el Barcelona, el equipo jugó con alma, ritmo y carácter. Pero el míster sevillista prefiere el discurso prudente: «Fue solo un partido», repite una y otra vez, consciente de que los elogios, en Nervión, pueden ser tan peligrosos como los malos resultados.
Los internacionales han regresado en buen estado y el entrenador medita repetir el sistema de tres centrales que blindó al equipo en el último encuentro. La afición espera que el impulso no sea flor de un día, sino el inicio de una racha que devuelva al Sevilla FC a la parte alta de la clasificación. En el aire flota una sensación que mezcla esperanza y cautela, como si el feudo nervionense estuviese conteniendo la respiración antes de volver a estallar.
¿Cómo viene el Mallorca?
En la otra orilla del campo, el Mallorca aterriza con la urgencia del que busca un punto de inflexión. Los de Jagoba Arrasate aún no han puntuado fuera de casa, pero no se resignan. El técnico vasco recupera a Jan Virgili, de vuelta tras brillar en el Mundial Sub-20, y a Omar Mascarell, una pieza clave en la sala de máquinas. Ambos aportan aire fresco a un equipo que necesita reencontrarse con su esencia, el orden, la intensidad y la solidaridad.
Pese a las bajas, Asano y Kumbulla siguen fuera por lesión, Antonio Sánchez está sancionado y Dani Rodríguez continúa apartado, el vestuario bermellón viaja a la capital andaluza con orgullo y determinación. El mensaje de Arrasate es claro y los mallorquines son conscientes de que si hay que salir del pozo, se hará compitiendo, no renunciando al balón ni al alma.
Posibles onces de ambos equipos
- Sevilla FC: Vlachodimos; Carmona, Azpilicueta, Marcao, Suazo; Mendy, Agoumé, Sow; Rubén Vargas, Alexis Sánchez e Isaac.
- Mallorca: Leo Román; Maffeo, Valjent, Raíllo, Mojica; Samú Costa, Morlanes; Darder; Domènech, Pablo Torre y Muriqi.
La batalla dentro del partido
Alexis Sánchez vs. Jan Virgili. Dos generaciones y dos formas de entender el juego se cruzan en el césped de Nervión. El chileno, leyenda viva, representa la experiencia, la picardía y la eterna capacidad de reinventarse. Virgili, apenas un adolescente, encarna la ilusión del que empieza, el descaro de quien todavía juega como si no tuviera nada que perder.
Entre ambos se dibuja la metáfora perfecta del partido: el choque entre la madurez que busca confirmar su momento y la juventud que quiere abrirse camino. En el Sánchez-Pizjuán, la emoción está servida, ya que el equipo blanquirrojo busca su tercer triunfo consecutivo y el Mallorca, un motivo para creer. Una duelo por todo lo alto que dará comienzo en unas horas.