Como si del día de la marmota se tratase. Así puede resumirse la gran mayoría de partidos de la temporada del Real Betis, marcados, en gran parte, por un factor: la falta de contundencia en las dos áreas. Sobre todo, de esa fiabilidad que le había otorgado Pellegrini a los verdiblancos desde su llegada. Y es que con el chileno pocas veces le han remontado un 0-2. Hoy, de nuevo, como contra el Athletic Club, los de Manuel Pellegrini han vuelto a pagar cara la ineficacia, especialmente a nivel defensivo, pues el Celta de Vigo, con poco, ha sido capaz de dar la vuelta a un marcador que indicaba que los tres puntos se irían a Sevilla… pero este Betis no es el mismo. Los cambios, la pérdida de control del partido y la desidia defensiva culminaron a los heliopolitanos, que se alejan de la sexta plaza tras el triunfo del Rayo.
Una primera mitad a la altura de las mejores de los últimos meses
El Real Betis comenzó el encuentro imprimiendo mucho ritmo y apretando la salida de balón del rival. Primero avisaría Bakambu, con una clara ocasión que sería invalidada a posteriori por fuera de juego, aunque sería un par de minutos más tarde cuando llegaría el premio. Antony, con un toque sutil y aprovechando un rechace dentro del área, demostró la calidad que tiene y puso el primero en el marcador a los diez minutos de la contienda, tras una buena jugada colectiva que culminó con un centro desde línea de fondo de Ángel Ortiz.
A partir de ahí, el Betis supo cómo hacer daño a un Celta que cometía numerosas pérdidas en salida de balón y que sufría horrores a balón parado. De hecho, en cuestión de diez minutos llegó el segundo tanto en un saque de esquina, ejecutado por Isco y que Diego Llorente remachó tras un toque de Marc Roca en el primer palo. Ponía tierra por medio el cuadro heliopolitano, que, además tuvo otros dos balones al travesaño tras ello, con un cabezazo de Bakambu en otro córner y un disparo a media distancia de Jesús Rodríguez que realizó una jugada individual marca de la casa y a punto estuvo de hacer el gol del partido.
Acabó sufriendo, eso sí, el Betis para cerrar el primer tiempo con el 0-2, pues los vigueses, que reaccionaron tras el doble aviso del Betis, tuvieron una clara doble ocasión cuando la primera parte ya agonizaba.
Perdió el control del partido y los cambios no surtieron efecto
En el descanso, Pellegrini movió ficha, dando entrada a Ricardo Rodríguez por un Romain Perraud que fue amonestado con amarilla a los pocos minutos de comenzar el encuentro. Ya en el inicio el Betis empezó a perder presencia en campo contrario y, sobre todo, el control del balón que sí fue capaz de tener en la segunda mitad. Los verdiblancos tuvieron alguna ocasión a balón parado de hacer el tercero y, como viene siendo costumbre este curso, la falta de acierto de cara a la meta rival, si bien hoy estuvo más fino en ese aspecto que en otras ocasiones, volvía a pasarle factura.
Y es que del que podía haber sido el 0-3, se pasó al 2-2 en un abrir y cerrar de ojos. Primero, con un gol de Fran Beltrán en una jugada mal defendida por el Betis, pues el capitán celtista recortó distancias con un gran golpeo desde la frontal del área en una situación en la que estaba muy solo ante lo hundida que estaba la defensa bética. El Celta se vino arriba y en dos minutos, en el 65′, puso el empate Javi Rodríguez en una jugada en la que volvió a pecar de falta de contundencia la zaga de los de Manuel Pellegrini, que, además no trazó bien la línea del fuera de juego.
Tras el gol, el chileno, en busca de agitar el árbol, movió ficha dando minutos a Abde y Lo Celso, que estuvo muy errático con balón, no sin antes haber introducido un doble cambio previo al arreón celtista con las entradas de Altimira y Vitor Roque. A partir de ahí, el Betis fue capaz de tener más presencia en campo contrario, con un Celta algo más replegado, aunque era incapaz de hacerle daño al cuadro entrenado por Claudio Giráldez, que ganó la partida en los cambios a Pellegrini.
La marcha de Marc Roca, si bien Pellegrini comentó en la rueda de prensa posterior que fue el catalán quien pidió el cambio, dejó al equipo sin un jugador que estaba aportando equilibrio y sujetando al equipo, pues Altimira volvió a quedarse muy lejos de su mejor versión, a diferencia del encuentro en Mallorca, y, de hecho, acabó señalado en el tercer gol. Sergio Carreira encontró desde la derecha, ante la pasividad defensiva de Ricardo Rodríguez, la llegada del sueco que Swedberg, al que Altimira no siguió y dejó rematar a placer, si bien Ortiz acabó desviando la trayectoria, para que culminara la remontada celtista, con protagonismo de dos jugadores a los que dio entrada Giráldez.
Así, el Real Betis volvió a dejarse puntos en su carrera por Europa, en un partido, de nuevo, marcado por la falta de contundencia en ambas áreas y tras firmar una segunda parte muy distinta a la imagen que ofreció en la primera. Se avecina el tramo más importante de la temporada y Pellegrini tiene la urgencia de dar con la tecla para devolver la fiabilidad que ha perdido el equipo. Lo próximo es el duelo contra el Gante y, tras ello, recibir a la Real Sociedad en casa, un partido muy importante para las aspiraciones por la carrera en la plaza europea.