- El exdirector deportivo sevillista repasa su nueva etapa en Pucela y muestra su satisfacción por el buen momento de su antiguo club
Víctor Orta está viviendo una nueva etapa profesional al frente de la dirección deportiva del Real Valladolid, club con el que busca regresar a Primera División. Tras su salida del Sevilla Fútbol Club este verano, el dirigente madrileño afronta con ilusión el reto actual, aunque no olvida su paso por Nervión ni los altibajos que acompañaron su gestión, marcada por fichajes de distinto rendimiento como fueron, por ejemplo, Lukebakio, Rubén Vargas, Idumbo, Sow o Akor Adams.
Pese a que su etapa en la entidad hispalense no terminó como esperaba, Orta aseguró que se siente «muy feliz» por el buen momento que atraviesa el cuadro nervionense. En una entrevista concedida a los compañeros de El Larguero, el actual responsable deportivo del Valladolid expresó su cariño hacia su antiguo club y destacó que: «Tiene un montón de buenísimos jugadores. Estoy muy contento por cómo le está yendo. Es un grupo humano increíble en todos los ámbitos del club. Me pone feliz que las cosas vayan mejor, honestamente. Me alegra y merecen que les vaya bien».
El dirigente evitó entrar en polémicas sobre su salida y reiteró su respeto por el Sevilla FC, asegurando que: «La decisión no la tuve que tomar yo… Ahora estoy centrado en el Valladolid. Han depositado mucha confianza en mí y en mi grupo de trabajo. Que le vaya muy bien al Sevilla y a ese grupo humano que conozco bien».
El desafío del mercado de fichajes
Durante la entrevista, Orta también reflexionó sobre las dificultades económicas que condicionaron su etapa en el conjunto de Nervión y también, sobre la complejidad del mercado actual. «Tuve mala suerte, tampoco fueron buenos tiempos económicos. Fichar con dinero también es difícil. Mira a Gyokeres en el Arsenal o a Wirtz en el Liverpool: costaron más de 100 millones y ya están siendo cuestionados», señaló.
Por último, el vallisoletano destacó que, más allá del análisis técnico o físico, hay factores imposibles de prever y dejó claro que los jugadores son personas, que pueden rendir de forma brillante en un contexto y no adaptarse en otro. Para minimizar el riesgo de fallar en un fichaje expresó que la solución es ver partidos y más partidos, pero hay cosas incontrolables como, por ejemplo, el nivel psicológico o la transición a un nuevo entorno.